El ensayo hace un repaso
de la educación en España en la época de la Modernidad y hasta el siglo XX, concluyendo
en el franquismo.
Se hace una reflexión sobre los trazos sociológicos del franquismo y las claves por las que se mueve su modelo educativo: no tanto confusión de los roles sino relaciones jerárquicas de ellos, con la prevalencia de la "potestas"(poder) sobre la "auctoritas". Una mala educación por descontrol. Todo basado en el miedo y la arbitrariedad, no en el respeto y la confianza.
Del "sapere
aude" de la pedagogía ilustrada, a España solo llegaba, en el S.XVIII,
combinaciones que interesaban con la religión, y ello sin calendarios, cursos,
horarios y hasta sin escuelas en muchos casos. Los alumnos iban...cuando
querían o podían.
En el S. XIX, el modelo
social reflejaba los pactos liberales-conservadores. La Iglesia continuaba
siendo la gran privilegiada. Las discusiones sobre libertad de cátedra acabaron
con varios expedientados (Salmerón, Giner de los Ríos).
La interpretación de la
modernidad del S. XX pasó por la confrontación de modelos sociales, en el
primer tercio, y las fuertes desigualdades sociales y el enorme analfabetismo.
Así se llega al
franquismo, que aleja a España definitivamente del nivel de Europa y frena la
modernidad. El control elitista puro y duro, con la jerarquía, reducen todo al
castigo físico. Es una vuelta atrás respecto a lo conseguido en la República.
El exponente más claro, el reposicionamiento de la religión y la Iglesia. El
profesorado, concebido ahora como "escultor", se llevó la peor parte,
ante tanta arbitrariedad y revanchismo.
El estudio enfatiza su
metodología cualitativa y la perspectiva de los sujetos (emic) que la explican.
Así, las experiencias son diversas y varían en el tiempo, en los 35 años de
franquismo y en lugar, urbano o rural. No obstante, se identifican algunos
trazos típicos (el orden el silencio, los castigos, los "cuadros de
honor" y medallas en aplicación y en conducta,...).
Obviamente, los cambios
sociales y la evolución social y del régimen, el aumento de universitarios, el
intercambio con el extranjero, etc. van removiendo las claves del régimen.
Una de las claves
significativas, no obstante, continúa siendo la puesta en cuestión de la
"autoridad" docente, olvidando que el verdadero sentido de autoridad
va más acompañado de madurez, responsabilidad, trato amable y exigencia
razonable y justa, mientras que otra visión tiene que ver más con el
autoritarismo que eclipsa la libertad del educando, y que más que educar,
impone.
Si pasamos por encima cierto
grado de repeticiones y redactados declarativos, en general se trata de una
buena panorámica reflexiva sobre el mundo de la enseñanza en España y su
evolución en los últimos siglos.
Se encuentra a faltar
alguna descripción más enriquecedora respecto al método cualitativo utilizado y
sus aportaciones.