Reseña para Edición Anticipada.
Una original disertación sobre ideas del Zaratustra.
Esta obra de Esteban Quintana me llamó la atención por su título y su sinopsis,
a propósito del mundo de la filosofía y el sentido de la vida. Leí también que
se basó en Nietzsche y su “Así habló Zaratustra”. Aún me intrigó más.
Recorrí la obra buscando ideas clave, y encontré algunas, aunque
ciertamente no muy ligadas ni a la historia de las ideas ni al análisis
científico. El redactado llama ya la atención por su incongruencia, de entrada
sintáctica. Ya la primera frase de la sinopsis (“En qué beneficia mi existencia
el asunto en cuestión”) da mucho que pensar. Me preguntaba de qué asunto estábamos
hablando.
Aun así, seguí recorriendo la obra y encontré ideas como las que siguen:
Las nadas, que son antes del principio. Sentidos a priori i a posteriori, no
sabemos si ligados a las ideas, que pueden ser más universales o más
particulares. Se salta al concepto de Kant de lo imaginario. Entre las ideas de
un ideario previo con conclusiones a posteriori resalta el ciclo de giro del
planeta, al que debemos el sueño, que nos quita la mitad de la existencia. Idea
esta que va resurgiendo luego.
La verdad es que la incorrección gramatical hace dudar con frecuencia de
las ideas que realmente se quieren transmitir.
Se menciona el tiempo, y una nueva manera de medirlo, no en segundos sino como
una velocidad de un milímetro por segundo y las vueltas del reloj (sic). La
existencia del hombre invisible, en este caso sin el sentido del tacto. Se
analiza el universo, y la gravedad como una fuerza de magnetismo.
Algunas conclusiones iniciales recorren hipótesis interesantes sobre la
deidad y nuestra existencia y por qué aquella no nos hizo perfectos. Cataloga
la situación actual en cuatro sistemas políticos relacionados con el
capitalismo, el comunismo, la democracia o la dictadura.
Analizando el sentido de la existencia, propugna ideas sobre la evolución,
el tiempo, la existencia a posteriori o “dexistencia”, y el flujo de “ideanones”
a “ideones”. Y algunas otras conclusiones, después de repasar de nuevo ideas de
Kant, y proponiendo como cimientos nuevas teorías sobre la divinidad del ser
humano relacionadas con Zaratustra.
Adjunta, finalmente una bibliografía interesante, aunque poco o nada usada o
citada en el texto.