Un recorrido personal
por los tiempos de la transición. Una historia que se complica.
He leído con sumo interés
"Oto - La transición de la verdad", de Juan López Asensio, atraído
por la magia del momento histórico de la novela, con espacios como Madrid, Navarra y País
vasco, de tantas repercusiones políticas y sentimentales.
La atracción temática se
me deshizo entre los dedos sobre las primeras páginas, a la vista de tantos
personajes, de un entorno inesperado como México, y de la dificultad de seguir
tanto a los personajes como sus acciones. De acuerdo que no hace falta dar todos
los datos, que se supone que el lector es avispado, pero ponerlo tan difícil
desanima un poco. Aunque se insinúa algo, no es hasta el capítulo tercero que
se explican los motivos de la presencia en América de los personajes y se les
resitúa, junto con el lenguaje, en nuestro país.
El recurso de las notas en el cuaderno introduce una especie de diario dentro de una autobiografía, en este caso haciendo propias las ideas y pensamientos.
Mucho diálogo y mucha
acción, con poca descripción. Ello aparentemente ha de dar más agilidad al
relato, pero no estoy seguro que se consiga. Falta situarse en el espacio y el
tiempo.
Aunque los descriptivos de
la transición son hechos relevantes de la misma nombrados en el relato, este se
superpone sobre los mismos un tanto artificialmente. La acción de los
protagonistas no se incardina demasiado en los hechos históricos conocidos, que
a lo sumo van siendo mencionados y comentados por los personajes.
No es hasta la segunda
mitad cuando aparecen emociones, y sólo hacia el final con algún punto de
intriga. Se incorporan entonces también mayores juicios de valor añadidos a las
descripciones de hechos históricos.
En suma, personalmente he
gozado recorriendo el periplo de la novela, pero resalto que toda la primera
mitad se hace cuesta arriba, y que los juicios de valor y las moralejas finales parecen más propios de una confesión del autor que de una novela.
https://wp.me/paqCmV-6o
ResponElimina